Para
entender el laberinto por el que atraviesa Venezuela es obligado tener que
revisar el origen del comunismo en América Latina, sembrado por Fidel Castro y
sus acólitos con el triunfo de la Revolución cubana en 1959. Miles de jóvenes
estudiantes corrieron tras los barbudos que bajaron de la Sierra Maestra
ofreciéndoles una nueva Cuba. Pero los fusilamientos y cárceles a inocentes
provocaron el despertar de muchos, entre ellos un joven de 17 años que pudo
captar en pocos meses el horror al que había sometido su país, reseñó El Tiempo de Colombia.
Con
la caída de la Unión Soviética, se vislumbró la agonía del régimen cubano. Sin
embargo, la llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela en 1998 le daría un
nuevo aire al castrismo.
Fidel
que convenció a Chávez de que con los petrodólares venezolanos y con la
capacidad política de Cuba, aprendida de la Unión Soviética y especialmente de
la KGB, podían ellos continuar la batalla donde la abandonó la Unión Soviética.
La
tarea era llegar al poder por la vía democrática, ya que Chávez había fracasado
por la vía de las armas en el 92, sin embargo, triunfa después por la vía
electoral.
Establece
un nuevo procedimiento. Eso no fue tan sencillo, a Fidel Castro le costó
convencerse de que el procedimiento de Chávez podía convertirse en algo
universal.
El plan estaba enmarcado en desmontar toda la estructura de democrática liberal y entronizar el Estado comunista, uno de los primeros objetivos es apoderarse del Poder Judicial, es así como cambian la Constitución.
Pero
esa Constitución no es comunista, es una Constitución que le permite al
Gobierno cambiar los nombres de las distintas instancias judiciales, por
ejemplo, para dejar al margen a los antiguos jueces y magistrados, y poder
nombrar en los nuevos órganos de poder a su gente.
Lo
primero que hacen es apoderarse de la estructura del Estado. Luego, el otro
objetivo es la creación de la ‘boliburguesía’, porque la corrupción ellos no la
ven como un delito, sino como la necesidad de apoderar a todos los
simpatizantes de la nueva estructura que se está creando.
No
obstante, la debacle económica y el hambre igual forman parte del proyecto que
incluye el empobrecimiento de esa antigua clase propietaria y de esa clase
dirigente.
Hoy por hoy Venezuela vive es un comunismo, y al comunismo no lo saca solamente la voluntad popular, dice Carlos Alberto Montaner, quien afirmó que el comunismo se ha caído en distintos lugares como consecuencia de una crisis en la cúpula del poder.
El
analista del comunismo cree que “quienes
se animen a cambiar el destino de Venezuela tienen que darse cuenta de que los
cubanos son bastante impopulares en Venezuela, especialmente dentro de las
fuerzas armadas, y que es fácil sacarlos de ahí. Entonces, ¿lo que vaya a pasar
en Venezuela será determinado por los militares?”.
Entrevista realizada a Carlos Alberto Montaner 15/12/ 2016
Entrevista realizada a Carlos Alberto Montaner 15/12/ 2016